VÓMITOS

Quiero hacer un apartado sobre los vómitos ya que la mayoría de las veces los vómitos en los gatos son una señal de alarma, sobre todo en gatos tratados con insulina a los cuales hay que prestar una atención extra.

Vómito de pelos

Los gatos tienen facilidad para vomitar, pero lo que más suelen vomitar son pelos, los suyos o los de otros gatos si es que viven con otros mininos. Los gatos son animales muy limpios que suelen asearse con normalidad y suelen lamer igualmente a otros gatos, arrastrando con la lengua muchos pelos que posteriormente se tragan, formando bolas de pelos en el estómago. Por suerte para ellos, como he mencionado anteriormente, suelen vomitar fácilmente dichas masas de pelos, que a veces les salen por la boca como si de un "moñigo" se tratara, lo cual puede asustar la primera vez que se ve. En realidad, es lo que me pasó a mi. Esto no debe preocuparnos porque este vómito es un mecanismo de defensa frente a algo extraño en el estómago que se debe expulsar para evitar males mayores como un bloqueo en su aparato digestivo. Además, para ello podemos darles malta, que les ayuda a expulsar estos pelos.

Para quien no sepa qué es la "malta", os cuento que es una pasta compuesta por el extracto de malta (que es un cereal), aceites, grasas vegetales, productos lácteos y levadura. Esta pasta tiene un color marrón y es un poco pegajosa. Si vuestro gato es reacio a comerla, tendremos que untarles un poquito en una pata para que se lo lama. Un consejo: si le vais a poner la malta en la pata, no pongáis demasiada cantidad porque lo normal es que el gato sacuda la pata y la malta acabe en las paredes y el suelo de la casa. ¿Pero cuánta malta debemos dar a nuestro gato? La cantidad viene especificada en la caja y por lo general con dos veces por semana sería suficiente aunque esto depende de si vuestro gato tiene pelo corto o largo, en cuyo caso habría que dárselo tres veces por semana. Además la malta ayuda a "ir al baño".

En los mercados podréis encontrar muchos tipos de malta para gatos. Cada marca vende su propia combinación con añadidos varios (con taurina, aceite de salmón, con fibra, con hierbas, etc).

También podemos encontrar golosinas a base de malta:

De todos modos, lo mejor sería cepillarles a menudo para quitarles ese pelo muerto que ellos acaban lamiendo y tragándose. Además, la mayoría de los gatos adoran ser cepillados y es un gusto verlos ronronear de placer en cuanto te ven con el cepillo en la mano.

Vómitos con trozos de comida

Otras veces vomitan comida porque comen de más o muy rápido. En este caso, es una respuesta normal a un "empacho" como nos pasa a los seres humanos. Este vómito  que suele ser amarillo aguado, con trozos de alimento sin masticar, tampoco debe alarmarnos cuando se trate de un hecho anecdótico, a no ser que se convierta en algo normal y el empacho sea diario, cosa que no suele suceder.

Vómito diario

Si el vómito es diario, lo más seguro es que se trate de una alergia alimentaria. Cada vez son más los gatos que al igual que las personas, desarrollan alergias alimentarias y debemos tenerlo en cuenta. Para comprobarlo, deberíamos tratar de alimentarles con alimento casero: pollo, atún, salmón, jamón, etc, durante un tiempo para comprobar si se le pasan los vómitos. 

Los gatos tardan 8 horas en digerir el alimento, algo que tenemos que tener en cuenta a la hora de ver qué hay en el vómito y qué color tiene.

Si vuestra mascota echa un color amarillo o algo verdoso significa que su estómago está echando bilis y ácidos estomacales. Normalmente no es preocupante y suele ser una señal de que tiene bolas de pelo en el estómago y está intentando echarlas, pero si continúa vomitando y además de esto, el gato está apático y apenas come, es posible que la causa sea más grave como parásitos, problemas estomacales, pancreatitis, etc para lo que deberemos llevarlo al veterinario para que averigüe la causa.

Si vomita líquido y espuma blanca y ha dejado de comer, es probable que tenga pancreatitis o un exceso de bilirrubina. Habrá que llevarlo al veterinario para cerciorarnos.

Sería bueno recoger una muestra de vómito para llevarla a analizar.

Vómito de plantas

A veces los gatos se purgan con plantas que tenemos en casa, o con las que encuentran en el jardín. En este caso, es fácil de ver porque bien sea por medio del vómito o por las heces, vemos rastros de dichas hojitas y ramitas. Este vómito tampoco ha de alarmarnos porque es una forma que tienen los gatos de hacerse una "limpieza intestinal".

Sin embargo en las casas solemos tener plantas que son tóxicas para los gatos, tales como los potos, la flor de pascua, los tulipanes, la hiedra, el acebo, el narciso y un sinfin de plantas más.

¡Alarma! ¡Alarma! ¡Alarma!

Ahora bien, cuando el gato parece demacrado, apático, presenta pérdida de peso, su pelo ha perdido brillo, hace sus necesidades fuera de su arenero y vomita frecuentemente, es entonces cuando debemos prestarle atención. Lo más seguro es que sea diabético. 

VOMITOS EN GATOS DIAGNOSTICADOS COMO DIABÉTICOS.

Muchos gatos diabéticos vomitan como cualquier gato normal, y sus causas pueden encuadrarse en cualquiera de las mencionadas arriba, pero si el gato está siendo tratado con insulina, éste vómito puede ser una señal de alarma. Deberemos observar qué está vomitando (pelos, alimento sin masticar, plantas, líquido amarillo, líquido transparante, etc). Si a esto le sumamos un comportamiento "anormal" como por ejemplo que el animal está más apático, sin ganas de moverse o sin apetito, es probable que le estemos dando demasiada insulina. Ante esta duda, lo que debemos hacer antes de ponerle su siguiente dosis, es asegurarnos de que su nivel de azúcar no es demasiado bajo como para darle una hipoglucemia porque si volviéramos a pincharle su dosis estando su nivel de glucosa bajo, podríamos ocasionarle la muerte nosotros mismos.  Lo mejor es sacarle una gotita de sangre con un glucómetro o en caso de no tenerlo, llevarlo a la clínica veterinaria más cercana, aunque no sea la nuestra, para analizar su nivel de glucosa. 

Cuando un gato diabético vomita puede tratarse de cetoacidosis diabética (presentan mucha sed, pérdida de apetito o letargia extrema) o pancreatitis. Muchos veterinarios creen que la mitad de los gatos diabéticos acaban con inflamación crónica del páncreas por lo que debemos asegurarnos si ese es el caso de nuestro gatito. Esta enfermedad les quita el apetito y al reducirse la ingesta de alimento, deberemos bajar también la cantidad de insulina que le administramos. Una vez los vómitos cesan, podremos darle alimento bajo en carbohidratos (menos del 7%).

EL CASO DE "DUNKEL"

Mi gato, a partir de los 6 años de tratamiento con insulina, comenzó a vomitar un líquido transparente, como si fuera agua aunque algo más densa y sin ningún olor. Vomitaba  este líquido siempre dos veces seguidas, tras lo cual se iba corriendo al comedero para comer con desesperación, intercalando la comida con el agua. Comía y bebía como si no hubiera ingerido nada en meses, apenas masticaba la comida y no paraba de comer hasta dejar el platito vacío y dándose un atracón de agua. A veces incluso pedía más alimento con total desazón. Ese día, no le poníamos su dosis de insulina nocturna y los siguientes días le bajábamos media ralla su dosis de insulina. Tras esta "rutina" Dunkel se normalizaba, hacía su vida normal y su comportamiento era totalmente normal. 

Estos vómitos solía tenerlos más o menos una vez cada dos o tres meses y como digo, esto comenzó a partir del sexto año de su tratamiento con insulina. Posteriormente, comenzó a vomitar un líquido marrón, en grandes cantidades, que probablemente se tratara de ácido estomacal y a eso se le unieron las diarreas. Evidentemente todos estos síntomas eran muy mala señal y los veterinarios aconsejaban su sacrificio. Como tras estos episodios, que comenzaron a repetirse una vez cada dos/tres semanas, él se comportaba más o menos con normalidad, yo me negué a su sacrificio y mi gato sobrevivió 9 meses más.

Consejo:

Aunque lo he mencionado en otros apartados, cuando un gato vomita constantemente, sea diabético o no, es fácil que se deshidrate a pesar de beber agua, por lo que yo aconsejo inyecciones de suero. Se que es difícil plantearse pinchar más al pobre animal que ya sufre sus constantes pinchazos de inyecciones de insulina pero realmente el suero les da la vida ya que recompone los electrolitos perdidos en el vómito. Yo pude observarlo con mi gato cuando tenía esos periodos de vómitos y diarreas continuas y a veces cuando se negaba a recibir más pinchazos, se lo administrábamos vía oral. 

Y como he mencionado anteriormente, aunque pueda dar un poco de "asco", sería muy bueno llevar una muestra del vómito a la clínica veterinaria para su análisis.