¿QUE ES LA DIABETES?

La diabetes felina sucede en 1 de cada 400 gatos aunque recientes estudios han demostrado que esta cifra ha ido en aumento en los últimos años y a pesar de que su número sigue siendo inferior al de los perros y suele afectar mayormente a gatos machos mayores de 7-8 años, raramente aparece por debajo de esta edad. La castración y la obesidad son también un riesgo añadido en cuanto a la aparición de la diabetes. 

La diabetes es una enfermedad que en humanos suele ser de por vida pero sin embargo, no en todos los felinos lo es. Está demostrado que en algunos casos, tras varios años de tratamiento con insulina, un mínimo porcentaje de felinos se han curado del todo y han dejado de necesitar su tratamiento con insulina. 

La insulina es una hormona producida por el páncreas que controla el azúcar en sangre la cual transporta a los músculos, la grasa y las células hepáticas donde se utiliza como energía. Sin embargo, en el diabético, su páncreas no produce suficiente insulina, lo que le causa un altísimo nivel de azúcar (hiperglucemia) y es por eso que hay que introducirlo externamente. 

Existen dos tipos de diabetes:

- Tipo I: Suele darse en gatitos jóvenes, incluso de meses y se le llama "diabetes miellitus insulino dependiente" caracterizada por la destrucción selectiva de las células beta del páncreas causando una deficiencia absoluta de insulina, esto quiere decir que el páncreas no produce insulina. Su curación es prácticamente imposible y necesitarán la administración de insulina externa de por vida.

- Tipo II: Suele darse en gatos de entre 7-8 años mayormente con sobrepeso. Se caracteriza porque su páncreas no produce suficiente insulina, por eso necesitan insulina externa pero en su caso es posible su curación tras algunos años con tratamiento con insulina. 

SINTOMAS

Niveles altos de azúcar causan:

• Visión borrosa
• Sed excesiva
• Fatiga
• Micción frecuente
• Hambre
• Pérdida de peso
• Problemas en las patas traseras al caminar
• Orinan fuera de su arenero

Por lo tanto, si vuestro gatito es diabético, habréis notado que come mucho, bebemuchísima agua, no solo de su bol, sino que la va buscando en la ducha, en el lavabo o en el bidet. Allá de donde salga agua, vuestro gato acudirá raudo y veloz a poner la boca, lo que aumentará la cantidad de orina. Sin embargo, a pesar de este hambre y este apetito voraz, el gatito cada vez está más delgado, llegando a podérsele notar incluso las costillas. Cada vez estará más débil y para el animalito, ir a su WC o al comedero será casi una excursión de medio día porque se verá obligado a realizar paradas intermedias para tomar aliento. Dejará incluso de limpiarse, olerá mal y su pelaje perderá el brillo que antes tuvo. Otro síntoma muy común en un gato diabético aún no diagnosticado es que orinará en cualquier sitio de la casa y casi nunca, en su arenero. En este caso, no debemos enfadarnos con nuestro gato porque no lo hace a posta, simplemente es consecuencia de su enfermedad. Todo esto son síntomas de que algo va rematadamente mal. Es hora de acudir a un veterinario, si aún no se ha hecho.

EL AGUA

Quiero escribir este apartado sobre el agua ya que su consumo excesivo, suele ser el dato más evidente de que algo va mal, y probablemente "eso que va mal", sean síntomas de diabetes. Por supuesto hay que tener en cuenta la edad del gato, la raza, el ejercicio que hacen o la climatología del lugar donde vivan antes de alarmarse. Conozco gatos que se atiborran de agua y no son diabéticos, simplemente son muy activos.

Los gatos por lo general no suelen beber mucha agua aunque es cierto que muchos apenas tocan su bebedero pero les encanta atiborrarse de los grifos, ya sea la ducha, el bidet o el lavabo. Sin embargo, hay gatos que jamás han bebido de grifos ni muestran el más mínimo interés. Bueno, es a estos gatos a los que hay prestar más atención si es que su consumo de agua no es muy grande. La deficiencia de agua causa deshidratación y la cristalización de la orina, lo que provoca infección y dolor en el tracto urinario.

En los gatos que no beben mucha agua, se aconseja darles comida húmeda tipo paté ya que al comerlas también ingieren agua. 

Pues bien, dado que, a modo general, el gato debe consumir de 50 a 100 mililitros de agua por kilo de peso, cuando se sobrepasa este consumo con creces, como he dicho antes, significa que algo va mal. Descartada la infección de orina, queda la diabetes. En este caso, su consumo de agua será excesivo, incluso hasta el punto de acabar completamente con su bebedero. Al beber tanta agua, es evidente que su cantidad de orina aumentará, triplicándose a veces incluso las visitas a su W.C. para orinar. A la hora de recoger su orina, pensaremos que ha sido un perro pastor alemán el que ha orinado en vez de nuestro gatito y nos veremos obligados a cambiarle la arena más habitualmente de lo normal. Si tu gatito se encuentra en este caso, acude enseguida al veterinario para que le hagan una analítica, ya que si tiene diabetes, hay que pincharle insulina lo antes posible.

PRUEBAS

Una analítica de sangre es lo más rápido para detectar diabetes en nuestras mascotas felinas. Si tu gato tiene un nivel de glucosa en sangre por encima de 150mg/dl, quiere decir que es diabético. Mi gato tenía unos niveles de 580mg/dl la primera vez que le hicimos una analítica para comprobar si era diabético y su resultado no dejó lugar a dudas.

También podemos comprobar su nivel de azúcar a través de su orina utilizando las tiras de orina y si estas muestran glucosa en la orina, es un síntoma inequívoco de que nuestro gatito es diabético ya que cuando los niveles de azúcar en el organismo son demasiado altos pasan de la sangre a la orina. Si aparecieran cuerpos cetónicos (cetoacidosis) en la orina, lo más aconsejable sería llevar al animal inmediatamente a un hospital para animales. 

Medidor de glucemia mediante tiras reactivas

Existen medidores de glucosa (glucómetros) que pueden ser utilizados en casa para evitarle al animal continuos transportes a la clínica veterinaria con los consiguientes nervios que hacen que su nivel de glucosa se dispare y nos de mediciones erróneas.

Otra prueba, que por cierto yo le hice a mi gato, es la curva de la glucosa en sangre. Para ello, hay que dejar al animal ingresado en la clínica veterinaria todo el día durante el cual, el veterinario le irá haciendo continuas mediciones de glucosa (cada 2-4 horas) para ver la pauta de bajadas y subidas de insulina, hasta qué niveles sube o baja y a qué horas (por ejemplo, antes o después de la ingesta de alimento), o para determinar cuánto tiempo actúa la insulina en su organismo. Esto supone continuos pinchazos en las almohadillas de sus patitas, lo cual es un continuo sufrimiento para el animal que hay que considerar antes de hacerle esta prueba. Esta prueba también suele realizarse en gatos recientemente diagnosticados como fue mi caso, o en gatos a los cuales no parece funcionarles la insulina sobre todo tras un periodo de estabilidad y es entonces cuando hay que averiguar por qué. 

Como he dicho anteriormente, yo le hice la curva de la glucosa a mi gato por insistencia de la veterinaria y porque como estábamos en los inicios de su diagnóstico y mi ignorancia sobre esta enfermedad era total, me dejé guiar por una "profesional" que después me demostró que no lo era. La curva de la glucosa en mi caso, solo me indicó que mi gato era diabético, cosa que yo ya sabía con una simple analítica de su sangre.

Otra prueba que se suele hacer, sobre todo para salir de dudas si es que la glucosa en sangre que ha dado en la analítica es baja, pero sin embargo sobrepasa el límite, es la medición de la fructosamina. En un gato sano, la fructosamina debe estar entre 300 y 400. Si pasa de 500 es que ha tenido durante mucho tiempo los niveles de glucosa en sangre altos y esto es otro síntoma de la diabetes. La fructosamina es una sustancia que se forma cuando las moléculas de glucosa se combinan con ciertas proteínas en la sangre. El nivel de fructosamina indica el nivel de glucosa en sangre durante el último mes. Esta prueba se hace solo extrayendo una gotita de sangre.

De todos modos, si dais con un buen veterinario, este os pondrá en el camino adecuado y os dirá qué nivel de glucosa muestra tanto su sangre como su orina y cual es la dosis más indicada de insulina que deberéis administrar a vuestro gatito. 

Si vuestro veterinario tiene tanta idea sobre diabetes como los que yo visité, solo os confundirá más, alargará innecesariamente la enfermedad de vuestro gatito y vosotros os desesperareis porque a pesar del tratamiento, no veréis ninguna mejoría. Es entonces cuando os pondréis a buscar como locos información sobre cómo tratar la diabetes y quizás esta página y otras que pululan por internet os ayuden a comprender mejor como tratar a vuestra mascota y de qué trata esta enfermedad.

POSIBLES CAUSANTES DE LA DIABETES

En algunos casos, la diabetes está causada por otra enfermedad que dispara los niveles de glucosa pero una vez curada dicha enfermedad, la diabetes suele desaparecer. A continuación explico algunos causantes de la diabetes:

La pancreatitis es una inflamación del páncreas que produce la destrucción de las células pancreáticas lo que provoca una disminución de las células capaces de producir insulina. El páncreas es un órgano situado detrás del estómago que interviene en el metabolismo del azúcar con la producción de insulina y glucógeno. Algunos síntomas de pancreatitis son: disminución del apetito, letargo o deshidratación. Rara vez se produce dolor abdominal y vómitos. El tratamiento de la pancreatitis suele ser a base de antibióticos, aunque no siempre, así como líquidos y medicamentos para aliviar el dolor. Se suele recomendar una dieta baja en grasas. En la mayoría de los casos, una vez curada la pancreatitis, la diabetes suele desaparecer.

La obesidad es también un posible causante de diabetes pero al igual que sucede con la pancreatitis, en muchos casos suele ser transitoria ya que al perder peso, los niveles de azúcar se regulan y la diabetes desaparece pero mientras tanto suelen necesitar insulina hasta que su páncreas recupera su capacidad normal de producir insulina.

La castración aumenta también la posibilidad de que el gato acabe con una diabetes. Se sabe que el porcentaje de gatos diabéticos es mayor en machos que en hembras sobre todo si están castrados.

El síndrome de Cushing (hiperadrenocorticismo) causa también elevados niveles de azúcar en sangre. Esta enfermedad se produce por el exceso de una hormona llamada cortisol que interfiere con los efectos de la insulina causando diabetes. Esta enfermedad suele detectarse porque a los gatos que la sufren no les funciona la insulina a pesar de administrarles elevadas dosis. De todos modos, el Cushing es una enfermedad poco común en los gatos.

Los medicamentos para tratar otro tipo de enfermedades, como por ejemplo los corticosteroides, pueden producir también un aumento en los niveles de azúcar en sangre causando la diabetes pero una vez suprimidos dichos medicamentos, la diabetes desaparece.

Hipertiroidismo. Esta enfermedad es otra de las causantes de la diabetes felina.

La edad es otro factor de riesgo ya que la diabetes suele comenzar a partir de los 7-8 años de edad, sobre todo en gatos machos castrados y obesos aunque por supuesto esto no es una regla general. En el caso de mi gato por ejemplo, he de decir que estaba castrado y su enfermedad comenzó cuando tenía 7 años pero jamás fue obeso.

SINTOMAS DE CETOACiDOSIS

La Cetoacidosis Diabética (CD) es una emergencia y sucede cuando la insulina en el cuerpo es prácticamente inexistente por lo que el animal utiliza la grasa como fuente de energía. De este modo, el metabolismo de la grasa crea las cetonas, las cuales se acumulan en la sangre y orina. Como he explicado anteriormente, si aparecieran cuerpos cetónicos en la orina, habría que actuar con rapidez para evitar un coma diabético e incluso la muerte. El único tratamiento posible en este caso sería la administración intravenosa de fluidos así como la administración de insulina hasta que el animal esté estabilizado.



Los síntomas de la acetoacidosis son: letargia, debilidad, falta de apetito, diarrea, vómitos, fuerte aliento, respiración agitada y en casos graves, pérdida de consciencia.






Este es un gatito llamado Romeo que padecía diabetes. Su dueña me ha enviado estas fotos para que veais el cambio "a mejor" de su gatito, antes y después de usar Lantus. Hoy día Romeo lleva una vida normal y está prácticamente recuperado de su diabetes.


ANTES:

DESPUES: