LOS VETERINARIOS

He querido hacer una página exclusiva dedicada a los veterinarios porque no solo mi experiencia con ellos ha sido nefasta, sino la de muchas otras personas que como yo, vemos en ellos la única salvación y el único recurso para ayudar a nuestro gatito. Lamentablemente, pronto nos damos cuenta de que la mayoría de ellos, tienen muy poca o casi ninguna experiencia en diabetes felina. No quiero decir con esto que no sepan de nada, sino que en el tema diabetes, andan muy perdidos. Aunque esta enfermedad la viví en gran parte en Bélgica, tuve la misma nefasta experiencia con los veterinarios españoles.

Para todos los veterinarios que puedan leer esto y puedan sentirse ofendidos, quiero remarcar aqui que esta es mi opinión basada en mi experiencia con todas las clínicas veterinarias a las que llevé a mi gato, tanto en Bélgica como en España. Nadie puede decirme que es normal que a mi gato le provocaran dos hipoglucemias los propios veterinarios, o que se negaran a atenderme cuando mi gato se moría y que a eso lo llamen profesionalidad. Si ellos hubieran estado en mis zapatos, habrían llegado a la misma conclusión que yo. Tampoco es normal que tuviera que visitar 5 clínicas distintas para encontrar a un solo veterinario que supiera como tratar la diabetes felina y no di con nadie que tuviera suficientes conocimientos.

Las excusas de la mayoría de los veterinarios para explicar su desconocimiento sobre la diabetes es que desde que terminaron la carrera no han tratado a ningún animal diabético y ya tienen todo olvidado, con lo que algunos ni siquiera saben manejar un glucómetro. ¡Increíble pero cierto! De hecho, en una de estas clínicas, la veterinaria me dio a mi las instrucciones del glucómetro para ver si entre todos sabíamos manejarlo. Sin comentarios. Claro, que por otro lado, prefiero la sinceridad de esta mujer admitiendo su total desconocimiento sobre diabetes felina, a otros que sin saber sobre el tema, por vergüenza, se ponen a experimentar con nuestros gatitos, poniendo en riesgo su vida.

Yo no soy veterinaria pero tengo más conocimientos y experiencia sobre diabetes felina que la mayoría de los veterinarios que han tratado a mi gato y que a punto han estado de matarlo en dos ocasiones. No dudo que haya veterinarios muy preparados, pero yo no he dado con ninguno de ellos, ni en Bélgica, ni en España. Algunos veterinarios se molestarán si leen este apartado sobre la ineptitud de los veterinarios en mi blog pero yo simplemente estoy contando mi experiencia y la de muchas otras personas que se han puesto en contacto conmigo y me han pedido consejo porque sus veterinarios estaban "muy verdes" en el tema de la diabetes felina.

Desde mi punto de vista, los veterinarios, al igual que pasa con muchos médicos, cuando terminan la carrera y se colocan, se relajan, es decir, dejan de estudiar y de estar al día de los nuevos avances, los cuales, en la mayoría de las ocasiones, les facilitaría su trabajo. Prácticamente su día a día en las clínicas se convierten en monotonía: ponen vacunas, cortan uñas o castran, por lo que cualquier tema no encuadrado en estas tres variedades es todo un reto.

Y digo esto porque a finales del 2012 hubo un seminario sobre diabetes felina en Barcelona donde se llegó a la conclusión de que la mejor insulina para los gatos diabéticos es la Lantus, ni Caninsulin, ni Insulatard ni ninguna otra. ¿Pero qué veterinario está al tanto de estos nuevos descubrimientos? Al parecer, solamente los que asistieron a dicho seminario, lo cual me parece decepcionante.

Nunca he llegado a comprender por qué cada veterinario que visitaba, tenía su propio punto de vista sobre la diabetes felina, su propia idea de qué dosis de insulina administrar al animal o qué insulina darle. Yo pensaba que algo así no dependía del veternario sino que estaría ya estipulado que con tal cantidad de azúcar en sangre y con tal peso, se le daba tantas unidades de tal insulina cada 12 horas. Sin embargo, enseguida me di cuenta que uno me decía que con 580 de glucosa había que darle 3 unidades de Caninsulin, el siguiente veterinario me decía: "¿Cómo que solo 3 unidades de insulina? Noooo, habrá que darle 6 unidades cada 12 horas de Insulatard, no de Caninsulin", y el siguiente me decía: "¿Un gato diabético? Cachis, pues ya no me acuerdo de cómo había que tratar a los felinos diabéticos... Muchas veces en esos casos suelo pensar: "Este es de los que aprobó la carrera con un cinco pelao en diez años".

He de decir también que en una cosa sí se ponían todos de acuerdo y es en el listado de pruebas que debía hacerle a mi gato y que después no sabían interpretar, pero lo que desde luego sí sabían interpretar era el dinero que debían cobrarme. Eso sí lo tenían todos muy claro. Bueno pues yo no cobro nada, he hecho este blog de manera gratuita, echándole muchas horas y de forma altruista para ayudar en lo que pueda, con mi experiencia y mis conocimientos a todo aquel que tenga un gato diabético y que llegue a este blog porque ha perdido la confianza en sus veterinarios.

Por ese motivo, quiero dar aquí mi punto de vista y dejar algunas pautas a seguir a la hora de enfrentarnos con ellos y repito, no me invento nada, todo lo que aquí expongo, al igual que en mi apartado sobre "preguntas, dudas y errores garrafales" son experiencias propias y de gente que me cuenta su caso:

INSULINA: 

Insulina apropiada

Como he mencionado anteriormente, en el último simposium que tuvo lugar en Barcelona sobre diabetes felina se determinó que la insulina que mejor funciona en la diabetes felina es la Lantus (insulina humana); ni Caninsulin (que es para perros) ni Insulatard (que es porcina) suele funcionar en felinos. Muchos veterinarios se niegan a recetar Lantus porque es una insulina humana y por ello prefieren recetar otras insulinas aún a sabiendas de que no es la mejor para los gatos. Otros veterinarios, no recetan Lantus porque ni siquiera saben de su existencia, lo que me parece una aberración, ya que deberían estar al día de todos los avances en Veterinaria. En ese caso, cambiad de veterinario hasta que deis con uno que sí os recete Lantus. No perdáis el tiempo ni el dinero con estas otras insulinas porque está en juego la vida de vuestro gatito.

Experimentos con insulinas

Como he dicho arriba, muchos veterinarios no están seguros de qué insulinas son las apropiadas y mucho menos qué dosis hay que ponerles. Parece mentira pero es así y lo se por experiencia ya que visité 5 clínicas veterinarias distintas y no salía de mi asombro. No podemos dejar que experimenten con nuestros animales y comiencen a ponerles una insulina a ver que tal le va y a ver que tal con esta dosis y si no la subimos o la bajamos. A la semana siguiente le cambian de insulina y le cambian de dosis y así continuamente. Los animales no nos pueden contar lo que está sufriendo su cuerpo con tantos cambios ni pueden defenderse por sí mismos pero para eso estamos nosotros. Si está demostrado que la mejor insulina en gatos es Lantus, pues no dejéis que le pongan otra que no sea Lantus y si no le funcionara Lantus entonces habría que buscar otra que le vaya mejor pero primero habrá que empezar por la que ya se sabe que funciona en un 95% de los casos y no por la que funciona en un 5%.

A un gato con un peso medio menos de 4kg no conviene darle más de 5 unidades de insulina cada 12 horas. 

Darle 6 unidades como hizo mi veterinaria con mi gato, significa una hipoglucemia... coma y ... muerte. Al tercer día de comenzar a darle 12 unidades al día, mi gato sufrió una hipoglucemia y estuvo muerto durante algunos segundos hasta que con azúcar logramos revivirlo. Dependiendo del peso del animal y de la cantidad de glucosa en sangre existen unos baremos que se pueden seguir pero desde mi punto de vista si la glucosa en sangre pasa de los 500, lo mejor es comenzar con 3 unidades cada 12 horas durante 2 días y después bajarle a 2 unidades cada 12 horas e ir viendo si con esas medidas su glucosa ya está bajo control.

PRUEBAS INNECESARIAS

Análisis o pruebas de más.

Cuando uno acaba de descubrir que su gato es diabético se deja llevar por los consejos del veterinario ya que en la mayoría de los casos desconocemos de qué va la diabetes y confiamos en el juicio de los veterinarios, ya que supuestamente, son los expertos en el tema, los que han estudiado una carrera sobre cómo tratar enfermedades en animales. Es entonces cuando ante nuestro evidente desconocimiento, el veterinatio se aprovecha y le manda a nuestra mascota una lista interminable de análisis y pruebas, muchas de ellas innecesarias. Desde mi punto de vista, una analítica completa de sangre y orina son suficientes para determinar si nuestra mascota es diabética y qué grado de diabetes tiene. El resto de pruebas son innecesarias. Suponen una tortura para el animal y un gasto económico extra que muchas familias no pueden afrontar. Esta es mi opinión pero por supuesto cada uno es muy libre de hacer lo que considere oportuno.

ALIMENTO

Exclusivamente comida para gatos diabéticos

Muchos veterinarios tampoco tienen claro el tipo de comida que hay que darles a los gatos diabéticos y se asustan al ver que en las bolsas de Hills m/d o Royal Canin está escrita la palabra "diet". Entonces ellos mismos se preguntan cómo un gato en los huesos va a comer este tipo de alimento y digo esto porque me lo han comentado algunas personas. Eso es porque la mayoría de los gatos diabéticos tienen sobrepeso, no así el caso de mi gato que estaba esquelético. Estas dos marcas tienen en su formulación lo necesario para que nuestros gatos diabéticos se regulen con este alimento, tanto los que tienen sobrepeso como los esqueléticos. La clave de la curación es la insulina. Un gato diabético tratado con insulina comienza a regular su organismo aportando la cantidad de azúcar necesaria para realizar las funciones diarias, por lo tanto, al comer este tipo de alimento, el gato esquelético recibe el aporte necesario para ir cogiendo peso y el que está gordo, para bajar peso por su carencia en grasas. Si solamente tratásemos a nuestros gatos con el alimento para gatos diabéticos, sin insulina, no se recuperarían, a no ser un gato cuyo nivel de glucosa esté en los límites más bajos de la diabetes. En ese caso es posible que solo con la alimentación especial para gatos diabéticos llegara a regularse.

Cuidado con las demás marcas de alimentos para gatos porque todas llevan azúcar en su composición. 

INCONGRUENCIAS

Otra incongruencia más, es que hace ya varios años en una clínica veterinaria de Madrid, nos dijeron que mi gato tenía cataratas producidas a consecuencia de la diabetes. Pues bien, en la última clínica donde le llevamos, una clínica especializada exclusivamente en felinos, nos dijeron que los gatos no tienen cataratas. Y yo vuelvo a preguntarme ¿estudian todos los veterinarios la misma carrera? Ante mi asombro por esta nueva falta de unidad de criterio en los veterinarios, indagué en internet sobre cataratas en los gatos y encontré cantidad de información al respecto e incluso fotografías de gatos con cataratas. Pero entonces os preguntareis ¿los gatos tienen cataratas o no? Pues no se que deciros porque en mi caso con mi gato hay empate: dos me dijeron que Dunkel tenía cataratas y dos, que los felinos no tienen cataratas pero internet parece que está del lado de los que dicen que sí aunque también encontré otras páginas que dicen que no. Espero descubrir este punto algún día...

CAMBIO DE VETERINARIO

Dudas sobre el trato, conocimientos y experiencia.

Como digo muchas veces, somos nosotros, los dueños, los que mejor conocemos a nuestros gatos, si son activos, si son dormilones, si reaccionan con tal juguete, si comen normalmente, si parecen apáticos, si vomitan a menudo, etc. Por lo tanto, cuando vamos a un veterinario porque detectamos un comportamiento anormal en nuestro gatito, no debemos conformarnos con un "parece que todo está normal" o "yo no veo nada raro" por parte del veterinario. Exigid una analítica cuanto menos y un examen exhaustivo, con ello quiero decir, que le pesen, le miren la boca (a veces dejan de comer por infecciones en la boca), que le toquen la barriga, le miren las pupilas, le tomen la temperatura, etc.

Los animales no se quejan, no gritan ni piden ayuda, pero sí podemos notar que algo les pasa por esos cambios de actitud en su comportamiento. Vosotros sois sus voces, así que cuando os decidís a llevarlo a un veterinario es porque estáis viendo razones para ello. No os marchéis de la consulta sin ese examen completo y si no estáis seguros al 100% de que vuestra mascota está recibiendo un trato adecuado por parte de vuestro veterinario, o de que sus conocimientos o experiencia sobre la diabetes deja mucho que desear, no lo dudéis, cambiaros a otra clínica antes de que empiecen a experimentar con vuestra mascota. Además, una segunda opinión nunca viene mal.