QUÉ HACER ANTE UNA HIPOGLUCEMIA

Lamentablemente, es posible que todos los gatos diabéticos sufran una hipoglucemia y la causa más probable es porque le hemos puesto insulina de más.

Como conté en la página principal, en mi caso, fueron dos veterinarias las que le provocaron dos hipoglucemias a mi gato en un corto espacio de tiempo. Sin embargo, cuando tratamos a un animal diabético, sea perro o gato, muy probablemente a la larga sufrirán una hipoglucemia ya que hasta lograr ajustar la dosis correcta, podemos cometer el error de ponerles más insulina de la que realmente necesita y acaben sufriendo la dichosa hipoglucemia. Por eso es fundamental aprender a reconocer los síntomas y sobre todo, qué hacer para revertir la situación. Estos dos puntos, podrían ayudarnos a salvar la vida de nuestros peludos amigos.


MI CASO PERSONAL

Aunque lo comento en la página principal, no está de más recordar mi caso personal por si alguien no lo ha leído, pero si lo has leído, pasa al siguiente punto. 

Una de las veterinarias a las que visité en Bélgica, le puso demasiada insulina a mi gato y éste sufrió una hipoglucemia leve. Lo noté porque se orinó, defecó y vomitó al mismo tiempo así que como se puso perdido, lo metí en la bañera para limpiarlo y fue entonces cuando vi que algo más  le pasaba: tenía la mirada perdida y movía la cabeza sin parar como si no reconociera el lugar donde se encontraba, ni a mí. Entonces recordé haber leído en internet que si esto llegaba a pasar, había que darle azúcar inmediatamente y fue lo que hice. Por suerte, enseguida se recuperó, fue casi instantáneo. Una vez recuperado, lo tuve dos días sin ponerme insulina y a los dos días, comencé a ponerle una dosis baja y por supuesto me cambié de veterinaria.

Sin embargo, la nueva veterinaria resultó aún peor que la anterior y le provocó una nueva bajada de azúcar. Nuevamente, mi gatito se meó, vomitó y defecó, todo al mismo tiempo a la vez que soltaba un grito espeluznante que yo nunca había escuchado, y yo ya sabía lo que vendría pero no me imaginaba que esta vez se moriría durante unos segundos, los que tardamos en prepararle el coctel de agua y azúcar. Se quedó totalmente tieso, con los ojos bien abiertos y la boca abierta con la lengua fuera. Entonces, le metí una jeringuilla de plástico (de esas que no llevan aguja) y le inyecté el azúcar  bien adentro y nuevamente fue instantáneo. Cerró los ojos y comenzó a moverse. Continué metiéndole azúcar hasta que se normalizó y comenzó a moverse de manera normal. Aquel día, decidí no visitar más veterinarios y desde entonces mi gato ha estado fenomenal.

SÍNTOMAS A TENER EN CUENTA:

Los síntomas que explico a continuación, y que también cuento en el apartado de "Insulina Lantus y pastillas", son indicativos de que algo va mal y de que si no actuamos enseguida, nuestro gato, con bastante probabilidad, sufrirá una hipoglucemia, o como poco, significa que tiene un nivel muy bajo de glucosa, normalmente por debajo de 20, que le hace encontrarse francamente mal. Con un gato diabético, es muy probable que a la larga, estos síntomas aparezcan y es muy importante que sepamos reconocerlos y saber cómo actuar:

• A veces podemos encontrarlos tumbados en su arenero, o en caso de haber vomitado, lo podemos encontrar tumbado sobre su vómito. Mala señal. Si esto pasara, sacarlo de ahí y observarlo detenidamente. Levantarlo del suelo y dejarlo caer sobre sus patas para ver si se sostiene sobre ellas. De no ser así, en caso de que se deje caer, como "desmadejado", es un síntoma de que está teniendo una hipoglucemia.
• Si se tumba en lugares donde nunca lo hace normalmente (en medio de la cocina, en medio del salón, etc) y parece como "cansado", prestadle atención, echarle algún juguete a ver que hace. Si lo ignora o no se mueve, como siempre, levantado y dejarlo caer sobre sus patas, hacerlo caminar para aseguraros de que camina bien y está todo en orden.
• Si al caminar pierde el equilibrio, le cuesta mover las patas de atrás y se balancea como si fuera a caerse, dadle un poquito de azúcar pero sin pasaros y veréis cómo enseguida comienza a caminar y a comportarse de manera normal.
• Si se  orina, vomita y defeca al mismo tiempo, es un síntoma inequívoco de que está teniendo una hipoglucemia. 
• Si se obsesiona con una acción determinada, como por ejemplo, como le pasó a mi gato un día, que se obsesionó con subirse en el cubo de la fregona pero se chocaba con el cubo y cuando levantaba las patas para subirse, se caía. Si lo apartaba, intentaba zafarse por todos los medios para volver al cubo. Si me lo llevaba en brazos, lo mismo, se ponía nervioso e intentaba lanzarse al suelo para continuar con su obsesión de subirse al cubo, pero de manera histérica, cuando normalmente, si lo cogía en brazos, jamás quería bajarse.
• Si mira alrededor con la vista perdida, como si no reconociera el lugar donde se encuentra... atentos, porque puede estar teniendo una bajada de azúcar.

QUÉ HACER SI SUFRE UNA HIPOGLUCEMIA

Fácil, ante estos casos lo único que podemos hacer es correr a por azúcar y dárselo enseguida. En caso de no tener azúcar, buscad cualquier producto azucarado, como por ejemplo mermelada.

¿Pero cómo sabemos qué cantidad de azúcar hay que darle?: En mi caso, cuando esto ha sucedido, siempre le he dado azúcar hasta que reacciona con normalidad. Osea, hasta que deja de mirar a los lados o se sostiene sin problemas sobre sus cuatro patas, sin caerse ni perder el equilibrio.

Aquí os pongo un vídeo de un día que le dio una hipoglucemia y aproveché para grabarlo y poder mostraros su comportamiento obsesivo y eso después de haberle dado ya bastante azúcar. Ese día notamos que algo iba mal porque se ladeaba al caminar y miraba a todos los lados sin parar como si no reconociera donde se encontraba. Enseguida mezclamos el agua con azúcar y se lo enchufé varias veces en la boca pero no parecía hacerle efecto. Finalmente decidimos darle mermelada y poco a poco se fue sintiendo mejor, dejó de mover la cabeza hacia los lados, centró su mirada y comenzó a calmarse. A las dos horas ya estaba como nuevo, pidiendo mimos y subiéndose a todas partes. 

COMO EVITAR LA HIPOGLUCEMIA

La regla de oro con la insulina es: Mejor quedarse corto que pasarse.

Como norma general, lo que yo hago es que si voy a juntar a mi gato con otro gato durante unos días, le bajo la dosis durante el tiempo en el que vayan a estar juntos ya que se que va a correr y jugar sin parar  lo que quiere decir que quemará más azúcar de lo normal. Por lo tanto, la dosis de insulina debería bajársele media unidad al menos para evitar una hipoglucemia.

Por ejemplo, yo a mi gato que ya está estable desde hace muchos años, le pongo una dosis de entre 1,5 y 2 unidades cada 12 horas. Pues bien, cuando lo junto con el gato de mis padres, con el cual se lleva fenomenal y se que van a jugar y correr como posesos, le bajo la dosis a 1 unidad cada 12 horas.

DESORDENES ELECTROLÍTICOS

He querido incluir este tema, al igual que lo he hecho en el apartado de "¿Por qué no come mi gato"? porque creo que es interesante tener este punto en cuenta ya que puede ser una causa más de una hipoglucemia en un gatito diabético.

A modo de resumen, los electrolitos mantienen el equilibrio dinámico del organismo compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio regulado de materia y energía con el exterior. Los electrolitos, como todo, pueden aparecer en defecto o en exceso aunque en la mayoría de los casos, estarán más bajos de lo normal.

Una deficiencia de  potasio, fósforo, cloro, magnesio, sodio, calcio, etc puede ser debida al consumo de medicamentos (corticosteroides, antibióticos, etc), a diarreas o vómitos, deshidratación, una deficiente alimentación con falta de vitaminas en los alimentos, enfermedad renal, etc. Sin embargo las deficiencias más peligrosas son las de potasio, sodio y calcio.

Entre los síntomas a destacar estarían los siguientes:

- Cansancio
- Falta de apetito
- Palpitaciones irregulares
- Debilidad muscular
- Confusión
- Presión arterial irregular
- Boca seca, por lo tanto sed excesiva
- Orina de color oscuro

Aquí os dejo una tabla de las concentraciones de electrolitos en perros y gatos:

En caso de existir una deficiencia electrolítica, lo primero que deberíamos hacer es hidratar a nuestro gato con suero fisiológico.


SUERO FISIOLÓGICO

SUERO FISIOLOGICO INTRAVENOSO

Si una cosa he aprendido sobre la diabetes felina, es que no está de más inyectarle a nuestro gatito suero de vez en cuando ya que ayuda a hidratarles por dentro y se sienten mejor, sobre todo si han sufrido alguna hipoglucemia. Pero cuidado, este suero no es el mismo que viene en botellas para limpiar heridas, el llamado "suero para irrigación", sino el usado para infusión intravenosa. Algunos veterinarios lo mezclan con la insulina para evitar pincharle dos veces, pero otros dicen que mezclarlo es una locura... Como siempre, al final uno debe hacer lo que considere mejor. A mi modo de ver, es mejor inyectarla por separado porque al juntarlo  con la insulina corremos el riesgo de que el gato se canse y se largue por lo que no sabemos qué cantidad de insulina le ha entrado y una vez que la aguja se saca, no se debe volver a meter. Mi gato, debido a la edad y a que llevamos 7 años pinchándole, comienza a deteriorarse y he comprobado que el suero le revive, sobre todo tras una hipoglucemia en la que a través de los vómitos y las diarreas, se deshidratan.

¿Pero cómo administrar el suero? 

Cuando oímos hablar de suero enseguida pensamos en el animal inyectado al suero a través de una vía, el cual colocamos en lo alto. Pues bien, en los gatos esto es una pesadilla y lo digo por experiencia. Lo bueno es que tenemos la opción de inyectarlo mediante jeringuillas. Hay dos tipos de jeringuillas para el suero, una es delgadita y otra más gruesa. Pues bien, si usamos la delgadita, el suero se eterniza y el gato comienza a inquietarse porque nota que algo le entra, y finalmente se larga dejando su tratamiento a medias porque luego no hay quien le termine de poner lo que le falta. Si usamos la jeringuilla más gruesa, casi parece una banderilla y ésta es dolorosa para el animal. Claro, el suero penetra mejor pero pincharle al gato una segunda vez con esa jeringuilla será una tortura. Así que ¿que otra opción tenemos? Pues compramos las bolsas de suero y se lo sacamos con una jeringuilla normal. Esa jeringuilla se la pondremos en el mismo lugar que le pinchamos la insulina y ya está. Si no queréis pinchar más a vuestro gato, o no se deja pinchar, otra opción es metérselo en la boca con una jeringuilla de esas sin aguja. Se lo meteis al fondo de la garganta en pocas cantidades para que no se atragante y le cerrais la boca enseguida, y así continuamente. La verdad es que mi gato era un santo y se dejaba hacer de todo pero entiendo que hay gatos y gatos...

Cuando notéis a vuestro gato decaído y como sin energía a pesar de estar poniéndole su dosis de insulina, o si vomita constantemente, no dudéis en ponerle suero porque puede deshidratarse a pesar de beber agua ya que seguramente sus electrolitos estén descompensados. No perdeis nada con ello porque el suero nunca le va a hacer mal ni le va a dañar ningún órgano, al contrario, enseguida se sentirá mucho mejor.

SUERO FISIOLÓGICO ORAL

A muchos gatos se les dan las sales para rehidratación oral Vent3 (polvo oral).

Este compuesto contiene cloruro de sodio 3.5g, cloruro de potasio 1.5g, citrato trisódico dihidrato 2.9g y glucosa anhidra 20.0g. A la hora de administrar este compuesto a un gato diabético hay que tener en cuenta que contiene glucosa así que es posible que haya que reajustar la dosis de insulina y subirla un poco. 

Los polvos se mezclan con agua y se remueven hasta que quedan bien disueltos. Una vez disueltos, se administran con una jeringa directamente en la boca del animal. 

La dosis dependerá de si la deshidratación es leve o grave.

ULTIMO APUNTE

Recordar que tras una hipoglucemia severa no se aconseja pincharle insulina ese día ni al día siguiente, aunque esto dependerá del grado de hipoglucemia que haya sufrido.